Todavía recuerdo la frase de un amigo cuando le comenté que había decidido comenzar a utilizar únicamente software libre en mi pc: "Uhh que difícil aprender a usar todos los programas de diseño nuevamente... ¿Estás loco o que?"
A lo cual ingenuamente contesté: "La pc es una herramienta, incluyendo el software que contiene, y como diseñador no puedo permitir que las herramientas determinen mi trabajo. Como profesional, no debería importarme sobre que plataforma pretendo trabajar. Tengo que poder hacerlo sobre cualquiera, y lo mismo con el software."
Como estudiante de Diseño en Comunicación Visual, muchas veces escuché la frase "La pc es solo una herramienta más" y tantas similares, pero nunca le encontré mayor como sentido hasta hace unos meses. Y como usuario de software propietario (ilegal), que pasaría si algún día no pudiese adquirir o usar el software que empleo día a día? ¿Tendría que desembolsar cientos de dólares en adquirir las licencias correspondientes?
Fue entonces que me dí cuenta de que estaba siendo esclavo del software que usaba, y del ordenador sobre los cuales estos corrían. Y cómo futuro profesional, no puedo permitirlo. Y es ahora cuando la frase antes mencionada cobra validez. La pc es mi herramienta, yo la uso a ella, imponiendo mis reglas y mis necesidades. Me es imposible producir según las exigencias y pretensiones de empresas y terceros.
18 de enero, día en el cual instalé Ubuntu en mi disco rígido, después de algunos días de pruebas con el live cd (que maravilloso invento, que permite probar un sistema operativo sin necesidad de instalar nada en el disco duro). Para ese entonces lo había instalado en una partición de 10 gb, quedando el resto del espacio (alrededor de 70 gb) para Windows XP el cual pude mantener gracias a que la gente que desarrolla software libre, se preocupa por mantener tu sistema operativo anterior (y no al revés). Al principio si bien usaba principalmente Ubuntu, muchas tareas necesitaba realizarlas bajo Windows. Como por ejemplo, el soporte para mi cámara digital.
Hoy, más de 4 meses después las cosas cambiaron un poco. Solo mantengo Windows (ahora reducido a una pequeña parte del rígido) por una razón: No soy la única persona que utiliza la pc.
En Ubuntu tengo todo el software que necesito y más, y con la salida de la nueva versión (Feisty Fawn 7.04), ahora dispongo de soporte para mi cámara digital. Todo mi hardware es soportado, incluyendo el multifunción, cámaras web (que al ser conectadas son reconocidas inmediatamente, sin necesidad de drivers extras) y mi reproductor de mp4. ¿No podés escuchar un mp3? ¿Te falta algún codec? El SO se encarga de descargarlo de internet cuando lo necesites de manera automática.
Ayer me cansé del entorno gráfico por defecto (Gnome), y me dispuse a instalar uno nuevo (KDE) sin perder una sola configuración. Todos los archivos siguen estando en el mismo lugar.
Después de mucho tiempo vuelvo a sentir que tengo el completo control sobre mi PC.